"Cuando esas, las noches" es el poemario con el que Victoria Marín presenta sus cartas en el espacio extenso del quehacer poético. Parece como si hubiere hecho caso a los consejos de Rainer María Rilke y Platón, dos de los grandes maestros para los que el saber de hondura, con registro humano, requiere madurez, haber vivido lo suficiente, experiencia. Ambos fueron conscientes de que el canto poético y la reflexión filosófica solo echan raíces profundas en la madurez de la vida. Este es el espacio apropiado para el poetizar y la reflexión profunda: el poso que deja la vida. Ajenos a la experimentación y al recurso fácil a la metapoesía, los versos de la autora rezuman sencillez y verdad |