La autora ha logrado mostrarnos la belleza de la consagración secular, vitalmente insertada en la tierra fértil de la Iglesia, sus potencialidades y sus retos en nuestro presente y futuro. Por eso, considero de utilidad estas páginas para el discernimiento de las vocaciones a este estado de vida, así como para la formación inicial y permanente de cada una de vuestras instituciones. Me dirijo a vosotros, los que estáis en la primera línea de la evangelización, haciendo mías las palabras de la autora en la conclusión de su libro. |