El Arte es una realidad íntimamente relacionada con el Tiempo. Lo está, igual que con el Espacio, por su naturaleza misma, tanto técnico-material como histórica. Y así lo ha entendido la Estética, que clasificara las artes en espaciales y temporales según su mayor o menor grado de afinidad con estas dimensiones, y la Historia del Arte, cuya finalidad es el estudio de la obra artística en su contexto espacio-temporal. Pero el análisis de dicha relación no se agota con estas consideraciones del arte en el tiempo, ya que también se desarrolla en sentido inverso, pudiendo examinarse históricamente el papel que desempeña el tiempo en el arte. Planteado el vínculo de este modo, el tiempo (físico, psicológico, profano, sagrado, histórico, mítico, real, simbólico, individual, social, etc.) ha sido asunto recurrente en el arte, auténtico objeto de (re)presentación y, en consecuencia, de reflexión formal y significativa para los artistas condicionados por la fijación de ambos conceptos en el pensamiento de cada época |