En estas «estampas» de sus Miniaturas el objeto está siempre ahí, pero, errátil, resulta inasible: es un error, como dice la cita de Elizondo (yo diría una errancia) tan imposible de determinar como el movimiento/posición de las partículas en la física/incertidumbre de Heisenberg. Debo confesar que estos simulacros de realidad me interesan muchísimo: quiero decir que son para mí uno de los aspectos más esenciales de la realidad y están tan vinculados al ritmo, el otro aspecto esencial, que se podría decir que sólo son ritmo: justamente el ritmo de los poemas suyos, sin fallos y perfectamente controlado, es una evidencia que no admite evasivas; agarrándose de ella, el lector tiene que inventar con usted todo lo que dice el poema. |