El argumento de esta obra se desarrolla en la famosa cueva de Salamanca, enclave legendario en el que, según la tradición del imaginario popular de Castilla, el Diablo impartía clase. Muchos escritores españoles, principalmente durante el Renacimiento y el Barroco, trataron el tema, pero el entremés que más fama obtuvo fue La cueva de Salamanca de Miguel de Cervantes. Alarcón, quien radicó algún tiempo en Salamanca, se inspira en el entremés cervantino para esta obra. Enrico, su personaje principal, es claramente una alusión al sabio novohispano Enrico Martínez. |