Es un relato fresco, directo, costumbrista, escrito en plena pandemia. En ese incierto escenario surgen los retratos de mujeres hermosas, reales, llenas de vida. El libro es un repaso amable a una sociedad y a una época concreta. El humor aflora en cada uno de los capítulos, la ternura acompaña a las amigas retratadas, amadas, mimadas por la autora, pero también escudriñadas a fondo. Y la pandemia late con toda su carga de dolor, miedo e impotencia. Luisa Cruz Picallo expone, frente a la vulgaridad de parte de la literatura y el cine actual, una sociedad especial, más elegante aun de corazón y de mente, reflejada en este libro. Lo hace con gracia y un punto de desencanto. |