La historia nos ayuda a aportar datos que permiten entender como la presencia romana en la provincia de Ciudad Real vino marcada por el seguimiento de los hábitats ibéricos. En estos casos con el desarrollo municipal de aquellos núcleos que eran cabeceras de explotaciones de productos estratégicos como el cinabrio en Sisapo, La Bienvenida, o la piedra de afilar de Laminium, Alhambra. Y en otros por la importancia adquirida debida al paso de las grandes vías de comunicación que articulaban la zona extremeña con al levantina y con el sur peninsular, que dieron lugar a asentamientos de diversa envergadura como Oretum, Granátula, o el de Mentesa, Villanueva de la Fuente |