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En la portada contemplamos una representación de la Trinidad: Dios Padre, el EspÃritu Santo y Jesucristo Resucitado, los acompañantes más cercanos del vivir cristiano como hijos de Dios. Entronizados sobre la Iglesia, el Padre sostiene en sus manos el mapamundi como quien cuida la historia de los hombres y Jesucristo lleva la Cruz y muestra sus llagas con las que nos ofrece su Vida, para que vivamos como otros Cristos en medio del mundo. La TeologÃa Espiritual es la teologÃa de la vida espiritual, es decir, la existencia del cristiano transformada por su participación en la vida de la Trinidad a través de Cristo.
Este manual de TeologÃa Espiritual se merece el subtÃtulo de Amar a Cristo, amar como Cristo. El amor a Jesucristo nos une a su vida, nos convertimos en hijos de Dios y aprendemos a vivir como tales. El EspÃritu nos hace otro Cristo, el mismo Cristo, de tal manera que somos capaces de amar como Jesús a Dios Padre sobre todas las cosas y al prójimo hasta dar la vida por los demás.
En Jesucristo el Amor de Dios se ha difundido en nuestros corazones, para animarnos a la transformación del mundo edificando una civilización sobre el amor. Se realiza asà la redención del universo dirigiendo la creación a su fin original de dar gloria a Dios. Una TeologÃa espiritual con este referente define la vida cristiana como culto espiritual, a partir del amor de Dios. Asà toda la vida forma parte de la relación con Dios, y puedo adorar no sólo en la liturgia, sino con toda la existencia (trabajo, amistad, diversión, etc.). La inseparabilidad del amor a Dios y al prójimo hace que la relación con Dios incluya a todas las personas: familia, amigos, conocidos, necesitados, etc., y al mundo: ecologÃa, profesión, polÃtica, economÃa, cultura, etc. Es decir, que la vida de oración fecunda familia, trabajo, sociedad; pero también que la relación con familia, trabajo, sociedad, fecunda la oración.
Esta TeologÃa comprende la vocación cristiana como una misión a realizar en relación a Dios y al mundo, a partir de la caridad como compromiso personal con los demás hombres y con la historia. La santidad cristiana fundamentada en la caridad y la construcción de la sociedad forman una unidad inseparable. Pero esta unidad de verdad, libertad y amor sólo se puede realizar en la vida santa de los cristianos. Este es el mensaje que la TeologÃa espiritual de hoy transmite: la belleza enriquecedora de la existencia cristiana.