Disponible sota comanda
Este divertimento lingüÃstico-literario acerca de la fortuna de una de las más denostadas palabras de nuestra lengua, carajo, tiene por objeto (si es que tiene algún objeto) entretener y, si fuera posible, enseñar. No hay que negar también la defensa de la libertad, y mi particular lucha contra el tan español vicio de prohibir. Deshacedor de entuertos, moderno don Quijote literario, intento defender la españolidad de una palabra denostada tan injustamente por la pacaterÃa de una institución. Por ello, he buceado en curiosos textos literarios de muy castiza tradición, para autorizar y defender aquellas voces tenias como malsonantes y de curso “ilegalâ€, pero que el pueblo llano emplea con toda normalidad y que también los grandes escritores llevan, autorizándolas, a sus páginas. En fin, defendiendo al españolÃsimo carajo, queremos defender a otras muchas palabras condenadas y que en buena teorÃa del lenguaje, debieran haber sido acreedoras a más risueña suerte de la que corrieron