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A fuego lento es una novela sobre Valladolid, sobre su historia, su arte, sus gentes y costumbres, su alterne y sus diversiones, que tiene como trasfondo un robo en el despacho del alcalde de Valladolid mientras asistÃa a un pleno municipal donde se abordaba la seguridad ciudadana. En sus páginas aflora la vida de muchos vallisoletanos y de vecinos afincados en la ciudad
En la lógica interna de la novela, el autor incluso muestra las informaciones sobre el supuesto robo aparecidas en la prensa de Valladolid. El Norte de Castilla (además de sacar en portada una fotografÃa perfecta de la fachada del Ayuntamiento) tituló: "Robo en el despacho del alcalde mientras asistÃa a un Pleno". El Norte describÃa los hechos de una manera más o menos verosÃmil: los ladrones, que no forzaron la cerradura del despacho del alcalde, se llevaron un cuadro de un pintor de la escuela del Greco y descerrajaron la caja fuerte que tapaba la pintura. Según fuentes cercanas al máximo mandatario municipal, en la caja fuerte escondÃa documentos oficiales (que no tocaron los asaltantes) y una cantidad de dinero cercana a 10.000 euros.