Available on request
Alberto Beltrán es un detective de la vieja escuela. Aquella que impartÃa sus cursos por correspondencia y que ofrecÃa un mundo de aventuras y peligros donde los investigadores lucharÃan por la causa de la verdad y de la justicia. La Escuela de Detectives le habÃa pintado un futuro con todas las atracciones de una pelÃcula de suspenso. No cualquiera atraviesa este umbral, decÃa el director, Máximo Abdala, y señalaba el ingreso de la Escuela. Espionaje industrial, robo de información, fraude con pólizas de vida, parecÃa haber tanto trabajo por delante. Un detective debÃa capacitarse para descubrir a expertos estafadores y dobles agentes, tenÃa que infiltrarse en el crimen organizado, arriesgarse sin más armas que la inteligencia y la memoria. Ustedes pueden ser los sucesores de los grandes detectives de la historia, decÃa Máximo Abdala, como al pasar. Scotland Yard, la Sureté, el FBI, no podrÃan haber alcanzado su fama sin los detectives, decÃa, y sus alumnos no podÃan escucharlo sin sentirse parte de una especie de cofradÃa.
Beltrán esperó durante toda su vida que llegara ese momento. La realidad se mostró muy diferente a los sueños, y tuvo que dedicarse a cuestiones amorosas y maridos infieles. Hasta que un caso aparentemente de rutina lo enfrenta con un crimen y lo coloca en un centro de una conspiración mafiosa. Una trama que se desata a partir del asesinato de un empresario farmacéutico y en la que descubre una red de intereses que en principio lo sobrepasa y en la cual deberá recurrir a su saber y su experiencia no solo para resolver la historia sino para salir con vida.