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La primera noticia que tuve de Luciano Olivera se pareció a la que tuvieron muchos: mientras Independiente ensayaba las últimas gambetas, gastadas e imposibles, que lo libraran del descenso, salÃa a la luz su Aspirinas y Caramelos, un relato que fue esencial para muchos hinchas del Rojo. No nos salvó de irnos, pero nos ayudó a estar más enteros en el dolor. Que eso es, me parece, al fin y al cabo, la dignidad. Después lo conocà en persona. Un tipo que piensa las palabras. Que se nota buen tipo. Que quiere mucho lo que quiere. Este libro es buena prueba de ello. Es un libro de muchas cosas. Es un libro de una infancia, de la lenta y trabajosa construcción de una vida y una memoria. Es un libro de un hombre adulto, que entiende que pensar su pasado es un modo de plantarse frente a cualquier porvenir. En una de las páginas de este libro, una página que podrÃa ser cualquiera, Luciano dice "Soy el pibe que guardó todo en su memoria". Y se nota. Se nota en Luciano una asombrosa capacidad de recordar. Pero no es el único mérito de este libro. Para convertir los recuerdos en un libro, y en un libro que valga la pena ser leÃdo, hace falta que esos recuerdos se dejen hacer palabras. Y que se alejen, montados sobre esas palabras, de la vida del que los vivió. Y que se aproximen, montados sobre esas palabras, a las vidas de los que van a leer. Me parece que Luciano hace, en este libro, un largo viaje para entenderse a sà mismo. Entenderse algo, entenderse un poco. Y nos permite lo que nos permiten los buenos libros. Sumarnos a su viaje para emprender el propio. En algún momento, querido lector, es muy probable que usted se deslice hacia sus propios recuerdos, sus propias pesadillas, sus propias preguntas sin respuesta y sus propias respuestas sin pregunta. En algún momento Luciano, los Rodolfos que lo precedieron, su madre y sus hermanas, sus tÃas distantes, su hija, van tomando los rostros de nuestros propios vivos y nuestros propios muertos. Y el viaje hacia nosotros mismos se vuelve completo. Yo que usted, querido lector, dejo de leer rápido esta contratapa y me pongo con lo importante. Tenga cuidado, eso sÃ. Las aspirinas y los caramelos contenidos en este libro vienen en el mismo blÃster. No haga trampa. Encare las unas y los otros. Verá que le hace bien.