Escultores y escultura procesional de la Semana Santa de Castilla y León
Burrieza Sánchez, Javier
Ediciones Tartessos, 2017
440 p. 30x24 cm.
9788476631577

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Cuando despunta la primavera, mientras se anuncia la vida de la naturaleza y la luz del sol comienza a crecer, el alma de esta tierra se abre para celebrar sus fiestas mayores en torno a la conmemoración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. Este modo de celebrar la Semana Santa se vio beneficiada por la existencia de una escuela escultórica clásica en madera policromada y propia para la elaboración de los pasos procesionales: la que conocemos con el nombre de Escuela Castellana. Aquellos pasos no son, únicamente, cuadros de una catequesis visual, sino el retrato de una época y de un carácter austero y, sobre todo, de la propia espiritualidad de las gentes que los mandaron realizar y de los artistas que los crearon.
Desde las diferentes dimensiones de esta Semana Santa en Castilla y León, trataremos de ir a sus esencias artísticas y espirituales, porque es imposible conocer las obras de los escultores-imagineros (Alonso Berruguete, Juan de Juni, Gregorio Fernández, Francisco del Rincón, Lucas Sanz Torrecilla, Andrés de Solanes, etc. ), sin ellas. Una manifestación religiosa, en una espiritualidad que hunde sus raíces en el siglo XV, que se refuerza con lo que habitualmente se ha venido llamando “contrarreforma” en los siglos XVI y XVII, y que se revitaliza en el siglo XX. Tras el Concilio Vaticano II, la vivencia religiosa dentro de una cofradía continúa teniendo sentido, convirtiéndose las procesiones en una manifestación pública de la fe de un pueblo a través de los cofrades que conforman la procesión y de los espectadores que contemplan la procesión en la calle. Cada uno de sus elementos se reúne en torno a un espectáculo, porque desde el barroco que consolidó estas procesiones en la calle, todo se explicaba desde una dimensión espectacular, capaz de impresionar a quien lo descubre, de no hacerle indiferente y despertar los sentimientos ante los misterios de la Pasión y Muerte de Cristo.
Castilla y León, ribera de espiritualidades y encuentros con lo más alto; la de bóvedas de piedra en deseos ardientes y soberbios por capturar lo profundo, en una bella sinfonía de luz gótica; la de ciudades monásticas, comportamientos levíticos, clausuras internas y externas; la de leyendas profundas y olvidadas, ermitas construidas como sombríos alcázares del alma.
Pasos, imágenes de devoción singulares, que no pueden ser conocidos desde un punto de vista aislado, sino encuadrándolos dentro de la trayectoria artística de sus creadores, que al mismo tiempo fueron encargados por los cofrades de antaño, por las cofradías.