Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), 2018
(Biblioteca de historia del arte ; 28)
349 p. 28x20 cm.
9788400103774
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Luisa Roldán desarrolló sus habilidades en el taller de su padre, uno de los escultores más importantes de Sevilla, rodeada de esculturas de tamaño natural que representaban la pasión de Cristo, así como de imágenes de la Virgen María y los santos. Después de pasar la mitad de su vida profesional en Andalucía, abandonó el círculo paterno y se trasladó a Madrid con su esposo y sus dos hijos.
En la corte, la familia encontró un entorno económico incierto y un mercado muy diferente, con escasa demanda de las esculturas en madera con las que estaba acostumbrada a trabajar en Andalucía. Luisa, que fue escultora de cámara de Carlos II y Felipe V, y al menos de un mecenas privado, demostró su capacidad para entender el ambiente religioso y social de Madrid. En la capital produjo el tipo de obras en madera con las que había ganado fama en Andalucía y afianzó su prestigio con esculturas innovadoras en terracota.
La historia de Luisa Roldán se ha rastreado dentro de la tradición historiográfica, a menudo sin tener en cuenta los desafíos a los que se enfrentaba en su vida cotidiana. Este libro ofrece un análisis riguroso de su vida y obra desde una perspectiva matizada y actual, aportando detalles del contexto en el que se pueden entender las condiciones sociales de la época en que vivió. En estas páginas se describe su paso por Sevilla, Cádiz y Madrid; se ofrecen aportaciones sobre sus creaciones escultóricas y se reúnen los documentos testimoniales de su vida y sus obras en un corpus inédito que incluye partidas de bautismo y defunción, padrones parroquiales, contratos y correspondencia con la corte madrileña.
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