Malagueñas, creadores y estilos
Ortega Castejón, José Francisco
Soler Guevera, Luis
Ruiz García, Rafael
Editum. Ediciones de la Universidad de Murcia / Universidad de Málaga, 2019
693 p. il.
9788417865023

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La malagueña es una variedad de cante popular andaluz que surge a finales del siglo XVIII de la evolución del fandango, alcanzando su cenit en la segunda mitad del siglo posterior. Ligada en su origen al baile, los ritmos de sus melodías eran de base ternaria y sus frases se ajustaban a un metro de cuatro compases. En su adaptación como palo flamenco fue, sin embargo, abandonando paulatinamente el compás, lo que propició un mayor desarrollo de los tercios, dando ocasión al tiempo al lucimiento vocal de los intérpretes.
Sus letras nos hablan del amor y los celos, de la muerte del ser amado, en particular de la madre, o del terruño. Otras dejan traslucir estados de ánimo del sujeto --abundan las situaciones dramáticas o de sufrimiento--; y otras revisten carácter sentencioso. De un hipnótico lirismo, la malagueña es, como decía Gras y Elías, «la melodía del alma; es el ¡ay! que brota de lo más hondo del corazón, la cuerda más armoniosa del sentimiento».
Resulta admirable el amplísimo número de estilos en los que la malagueña fue ramificándose con los años. Entre sus creadores figuran nombres míticos como Juan Breva, Enrique el Mellizo, Francisco Lema “Fosforito” o don Antonio Chacón. A ellos hay que sumar los del Canario, el Perote, el Niño de Tomares, la Trini o la Peñaranda; así como el de tantos otros que con sus aportes contribuyeron al engrandecimiento y definitiva consolidación de este cante como palo de referencia del flamenco.