Aquel négrito del África tropical
el colonialismo español en Guinea (1778-1968)
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El estudio de la colonización española en la actual Guinea Española, además de escaso, ha sido, con honrosas excepciones, poco objetivo. La investigación sobre las condiciones de vida y trabajo de los indígenas de la región es todavía más exigua; y la divulgación sobre ellas casi podemos limitarla a la canción publicitaria Yo soy aquel negrito del África tropical. Cuando falta la información, los humanos solemos funcionar con tópicos y clichés, casi siempre incorrectos. Guinea es un paradigma de esa situación, pues rompe los esquemas preconcebidos habituales ya que nos encontramos con negreros y explotadores negros, inmigrantes de otros lugares de África, situaciones de trabajos forzados y semiesclavitud, metropolitanos de la España peninsular que financiaban la colonia mediante la fijación de altos precios en el café o el cacao, en lugar de vivir de ella... y otras muchas situaciones desconocidas, paradójicas e interesantes, que nos ilustran la vida de los nativos de la colonia, de los braceros llevados de otros lugares de África, de los colonos y misioneros de la época.
La colonización española de Guinea es víctima de un gran desconocimiento y las condiciones de vida y trabajo de sus indígenas más aún. En estos momentos de memoria y recuperación histórica, es necesario recordar hechos tan graves como los ocurridos en Guinea, con asesinatos, explotación y esclavitud en pleno siglo XX. Tras la codicia de los finqueros y comerciantes abusando de los indígenas bubis y fangs, con la provincialización de 1959 y la autonomía de 1964, llegó la codicia de los guineanos privilegiados que quisieron quedarse con el pastel sin darse cuenta de que esa riqueza solo era posible con el engaño a los metropolitanos que la financiaban. El pueblo guineano fue obligado de nuevo a trabajos forzados, en condiciones más duras aún, pues los braceros nigerianos se marcharon a su país. Cuando se cumplen cincuenta años del Estatuto de Autonomía de Guinea y se acerca el cincuentenario de la independencia, era necesario un análisis desapasionado y objetivo de la colonización, de lo publicado hasta ahora sobre ella, y de aspectos poco o nada tratados, como es el caso de la vida de los nativos y las percepciones de los colonizadores sobre ellos. Esta obra quiere constituir un homenaje a esos braceros que trajeron el chocolate a España bajo los latigazos de los finqueros y hombres de negocios que se aprovecharon de ellos. Un homenaje, como dice Pérez de la Riva, para la «gente sin historia», para los olvidados de la Historia.