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«La Castilla que JosĂ© JimĂ©nez Lozano nos presenta es de una riqueza de matices literalmente subyugante. Algo asĂ como un poderoso desafĂo a la capacidad de asimilaciĂłn y sĂntesis del lector, que desea sinceramente apresarlas para entender al hombre y al hecho castellano» (Robert Saladrigas). «Es un esplĂ©ndido regalo, un objeto precioso de arte y literatura, y tambiĂ©n es una âmuy peculiarâ guĂa de Castilla, no para uso del turista convencional, sĂ del viajero que desee ser guiado un trecho y despuĂ©s ande por sĂ mismo el resto del camino y se dirija donde su sensibilidad le lleve... JosĂ© JimĂ©nez Lozano, que no es acadĂ©micamente historiador, es el mĂĄs profundo discĂpulo que ha tenido y podrĂa tener don AmĂ©rico Castro. Tanto que este libro podrĂa haberse titulado tambiĂ©n, Castilla en su historia... La mirada despaciosa y atenta y la fina sensibilidad del autor captan el sentido Ășltimo del pequeño monasterio de San Baudelio de Berlanga y los libros âque llevan el extraño nombre de Beatosâ; el romĂĄnico de ladrillo, mudĂ©jar o sencillamente islĂĄmico; la teologĂa esculpida, menor de pretensiĂłn, pero no en hondura, a veces lĂșbrica y con frecuencia burlesca y lĂșdica; el cisterciense castellano, bello âpor lo que no hay en Ă©lâ; el gĂłtico comunal de los grandes municipios o pequeñas ciudades de Castilla; la afinidad oriental y, por tanto, para la lectura de la Biblia de nuestros escrituristas del siglo XVI; la gravedad inmensa del Cristo de las Claras de Palencia, el cristo de tierra que no resucita, y la del resucitado que estĂĄ en Covarrubias tan tremendo como aquĂ©l». (JosĂ© Luis Aranguren). «La GuĂa espiritual puede leerse casi como un libro mĂĄgico, y cada lugar, cada detalle, cada palabra deja entrever un secreto que llevamos dentro». (Emilio Salcedo). Un libro sutilmente beligerante con el dispendioso papanatismo localista o regionalista al uso. El texto queda resueltamente iluminado por casi un centenar de esplĂ©ndidas fotografĂas en color que desvelan aspectos que las palabras no podrĂan alcanzar. Son la pupila del libro.