Análisis conductual del delito y perfilación criminal

No queremos hacer ciencia rosa de la historia negra de la humanidad. Las víctimas necesitan protección y respeto total, ya sean del país que sean. Los asesinos no se merecen publicidad y sus familiares no se han ganado el dudoso galardón de tener sus apellidos impresos en cualquier escrito divulgativo. Los análisis de la conducta criminal tienen sus técnicas científicas y sus formas de proceder cuasiexperimentales se encuentran en constante evolución, ya que una disciplina científica no puede avanzar por medio del éxito fácil por parte de sus investigadores. Por este motivo, que nadie busque en este libro nombres de asesinos, de víctimas o de personas que pudieran directa o indirectamente sentir menoscabada su imagen, ya sean víctimas o agresores. En particularmente nos une la simpatía los familiares de las víctimas y del agresor, a los cuales –éticamente– debemos mantener al margen de estas cuestiones didácticas. No obstante, en los ejemplos que con los que se ilustra la teoría se hace referencia a los agresores por medio de su alias y a las víctimas con sus iniciales. No sabemos si esta es la forma más correcta de actuar, pero entendemos que es con la que nos sentimos más identificados y –por lo mismo– estamos más sosegados.