Cómo nació el cristianismo

Según la versión transmitida tradicionalmente, el cristianismo surgió en su forma ya acabada a partir de la predicación de Jesús de Nazaret, cuyo mensaje inalterado cristalizó unos siglos más tarde en la institución de la Iglesia, tal y como aún la conocemos hoy. Una historia lineal, sin saltos, discontinuidades ni desvíos.
Sin embargo, la evidencia histórica muestra una realidad distinta. En los años siguientes a la desaparición terrenal de Jesús, proliferaron múltiples y variadas comunidades de creyentes a lo largo y ancho del Mediterráneo oriental, con enfoques, creencias, objetivos y filiaciones muy distintos entre sí. Un abigarrado mosaico de grupos como los helenistas, los judeocristianos, los gnósticos y otros tantos que hacen que, más que de cristianismo, durante estos primeros momentos se debería hablar de cristianismos. Harán falta más de doscientos años para que uno de estos grupos acabe imponiéndose sobre los demás, institucionalizando así su cristianismo como el único que pervivirá.