Contra el homo resignatus
siete ensayos para reinventar la rebeldÃa polÃtica en un mundo invadido por el desencanto
Disponible bajo pedido
Seamos realistas: pidamos lo imposible, aquella consigna inspiradora del Mayo francés, perdió en las últimas décadas una sÃlaba y todo su sentido. Hoy, la mayorÃa de la clase dirigente en los paÃses occidentales suscribirÃa a la módica aspiración de negociar lo posible. ¿Negociar con quién? La cultura del capital financiero domina desde hace décadas la polÃtica, la economÃa y el sentido común, y ha logrado convencer a buena parte de las fuerzas polÃticas más progresistas de que este estado de cosas este mundo desigual e injusto es el único al que podemos aspirar. ¿Cómo resistir la inercia del homo resignatus? En este contexto, la Argentina presenta un caso singular: somos un paÃs con una impronta igualitaria, cuya población ganó tempranamente derechos sociales y tiene marcada a fuego una memoria de movilidad social ascendente. La pregunta, que se puede hacer extensiva a toda la región, es inquietante: ¿puede convivir la cultura del capital financiero con una democracia inclusiva? En la mejor tradición del ensayo polÃtico, Lucas Rubinich construye en estas páginas un retrato movilizador de la polÃtica y la sociedad argentina, que aspira a despertar a esas conciencias resignadas. Devuelve asà la imagen inequÃvoca de una clase polÃtica poco interesada en construir espacios de deliberación más abiertos y cada vez más alejada de las vidas reales y los intereses de sus representados. Pero también detecta algunos impulsos colectivos que, a contramano del individualismo pragmático que parece dominarlo todo, muestran una sociedad cuyo ADN insumiso sigue actuando. Contra el sentimiento de inevitabilidad de lo que tenemos, es imprescindible escribe Rubinich recuperar las tradiciones rebeldes, pero no como fetiches, sino bajo la única forma vitalizadora posible, que es reinventándolas. Este libro viene a proponer una utopÃa realista para el siglo XXI. Porque apostar por la construcción de nuevos horizontes puede ser también un gesto de transformación.