El arte moderno del siglo XX

El arte moderno del siglo XX, caracterizado por la emergencia de las llamadas “vanguardias históricas”, con sus implicaciones en los acontecimientos de la sociedad contemporánea, ha supuesto mucho más que una mera manifestación artística. La obra de arte, a cambio de perder su antiguo “aura”, pasó a representar una nueva forma de ver y de entender el mundo. El descrédito de la figuración, la invención de la abstracción, la aparición de nuevas técnicas y sensibilidades plásticas como las del Fauvismo o el Cubismo, la arquitectura del Movimiento Moderno, el pensamiento radical del Dadaísmo, la indagación en los fondos recónditos de la psicología del Surrealismo, además de la presencia de fuertes personalidades singulares, como Picasso, F. LL. Wright, Marcel Duchamp, Mies van der Rohe o Le Corbusier, todo ello ha supuesto una revolución cultural en la primera mitad del siglo XX, una forma innovadora de practicar y entender el arte. En las primeras décadas del siglo XX, en el período de entreguerras particularmente, el mundo del arte y de la arquitectura transitó por territorios hasta entonces inexplorados, tanto en el campo estilístico, estético como en el ideológico, llegando a comprometer su discurso con posicionamientos políticos variados, a enfatizar su perfil colectivista o pedagógico, como muestra la experiencia del Constructivismo o de la Bauhaus. En su primera mitad, el siglo XX ha roto barreras artísticas; la pintura, la escultura, la arquitectura, se han manifestado hasta alcanzar sus propuestas más radicales, pero sin perder por ello la esencia última, la de concitar tanto en el espíritu del creador como en del espectador los más altos, bellos y nobles sentimientos. A través de estas páginas, el lector tendrá la oportunidad de conocer los más destacados fenómenos artísticos de la primera mitad del siglo XX, el arte de las vanguardias, desde una perspectiva amplia, en la que prima el análisis pormenorizado de las obras singulares y la personalidad de los autores más significativos, con un cuidado equilibrio entre las diferentes manifestaciones artísticas, entre las que destaca la arquitectura, que funciona como vehículo y síntesis de las otras artes, incluso de las técnicas y los medios más avanzados.