Mi soledad, mi tierra no habitada

Inútil para lo útil, nacido como él decía para estar sentado frente auna mesa, Rafael Jaume se sonreiría detrás de sus gruesas gafas al ver este libro, y luego -en un gesto senequista- volvería a sus moradas interiores para seguir conversando consigo mismo.
Dejémoslo solo; y recordemos que en 1992 se publicó en Plaça de la boira su poesía catalana, y agradezcamos el coraje de Carlos Jover, derector de la editorial Calima y a Bernardo Martí, responsable de Jano, ahora, once años más tarde, esta publicación de su poesía castellana más significativa.
Que estos versos acompañen a aquella soledad de tierra no habitada a aquella muerte que por sus venas llevaba Rafael Jaume desde tiempo embarcada.