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La evolución del movimiento obrero ha sido consustancial a la historia de las sociedades modernas, al punto de ser considerada “la gran dialéctica del siglo XXâ€. AndalucÃa ha sido parte de esta dinámica internacional y en este caso la dinámica se enfoca desde la capitalidad de Sevilla en el último tercio del siglo y comienzos del XXI. Unos años en los que Sevilla fue además un raro ejemplo de paridad de movimiento obrero en el campo y la ciudad, en la década de 1975-1985, gracias al binomio polÃtico y sindical-formado por el Comunista de Partido España y la Confederación Sindical de Comisiones Obreras-. En este sentido se verifica que el comunismo fue el principal partido de la lucha antifranquista y se ganó a pulso, la hegemonÃa sindical en la clandestinidad que desplegarÃa, junto a la central socialista Unión General de Trabajadores, en la Segunda Restauración de la MonarquÃa.
Esta obra no ha sido escrita por encargo, ni desde un punto de vista oficial. Todo lo contrario. Por estas páginas desfi lan los episodios relevantes y conflictivos, y se analizan con sentido crÃtico las estrategias en cuanto que la Confederación de Comisiones Obreras se reclamaba de hacer un sindicalismo de clase, y sigue siendo una central sindical mayoritaria, con un elevado nivel de institucionalización desde hace décadas. Por ello menos aún podÃa obviarse el debate de fondo que subyace en sus páginas, en cuanto compromete al pasado y al futuro, y que no es otro que “la detención de la marcha hacia adelante del movimiento obrero†(G. Therborn). Para hacer una obra de este tipo, en la que se aúnan la crÃtica hacia afuera y hacia dentro, no es en absoluto baladà haber vivido tanto tiempo como el proyecto que se investiga. Porque, como decÃa el intelectual revolucionario anticolonial Franz Fanon: “Cada generación, en su relativa oscuridad, tiene que cumplir su misión o traicionarlaâ€.
