Disponible bajo pedido
La mayor tragedia polÃtica y social de la España contemporánea fue el fracaso de la Segunda República, un proyecto democrático que nunca logró cumplir las expectativas generadas cuando los polÃticos republicanos llegaron al poder en abril de 1931. Fue un fracaso innecesario. La Segunda República pudo ser un régimen perdurable y positivo para el paÃs, que seguirÃa vigente en el dÃa de hoy. De haber mantenido la neutralidad en la Segunda Guerra Mundial, los beneficios habrÃan sido evidentes, asà como los derivados de su posterior inclusión en el Plan Marshall de recuperación de la economÃa europea, a partir de 1947. Y España también podrÃa haber sido uno de los socios fundadores, en 1957, del Mercado Común, la actual Unión Europea. La quiebra del proyecto, en julio de 1936, fue el resultado de una serie de factores, el más determinante de los cuales fue la ausencia de cultura democrática por parte de la mayorÃa de los gobernantes republicanos. La llegada al poder del Frente Popular, en febrero de ese año, agudizó la polarización del paÃs en dos bandos enfrentados a muerte, que utilizaron la violencia como arma polÃtica. No eran propiamente dos Españas, sino dos minorÃas radicalizadas que arrastraron al resto. La gran mayorÃa de los ciudadanos no querÃan el fracaso de la República y mucho menos la Guerra Civil que la sucedió, pero el poder ejercido por las elites polÃticas y sindicales fomentó una crisis de convivencia que terminarÃa causando centenares de miles de muertos, una cifra similar de exiliados y una dictadura de casi 40 años. Este libro busca explicar cómo los 24 millones de españoles que poblaban España en 1936 fueron arrastrados a semejante catástrofe.